En una mañana ideal para correr, Ezequiel Chavarría se consagró como el más rápido en los 21K de Yerba Buena. El atleta tucumano cruzó la línea de llegada con un tiempo de 1:07:05.7, mejorando su propia marca del año pasado y quedándose con el récord de la prueba. "Chava", como lo conocen en el ambiente, cumplió con el objetivo que se había propuesto: ganar una de las carreras más importantes del calendario provincial.
“La verdad que estoy contentísimo”, dijo apenas frenó el cronómetro. “Había preparado muy bien esta carrera este año. Dije que quería ganarla y eso es lo que salí a buscar desde el inicio, hasta que llegué acá”, contó. Y vaya si lo logró: dominó desde temprano, impuso un ritmo fuerte desde los primeros metros y resistió el cierre cuando sintió que el segundo se le venía encima. “Tuve que pelearla mucho al final, porque sabía que venía a 100 metros, pero esa diferencia que hice al principio creo que valió la pena”, explicó.
Aunque no hubo una ventaja amplia en los metros finales “no mucho, creo que 200 metros”, estimó-, el control que ejerció durante gran parte de la competencia fue clave para quedarse con la victoria. El esfuerzo tuvo recompensa doble: “El año pasado hice en 1:08, hoy bajé el récord del otro chico del año pasado, y eso es muy lindo, muy gratificante a la hora de las preparaciones”, celebró.
Más allá de su rendimiento personal, Chavarría valoró especialmente la calidad de la organización del evento. “Siempre le digo al organizador que esta carrera, para mí, significa mucho. Es una de las mejores de Tucumán, representa el laburo que hacen estos tipos atrás. Es increíble, sinceramente. Los felicito porque hacen una gran organización, y se nota en la cantidad de gente que corre”, resaltó. La jornada reunió a corredores de distintos puntos de la provincia y provincias vecinas y del exterior, y a familias que acompañaron desde la calle. “Correr un domingo por Yerba Buena es hermoso”, dijo.
Con 36 años y 18 años de trayectoria, Ezequiel no pierde la motivación. Su recorrido lo llevó a competir en campeonatos nacionales y, recientemente, en Europa. Pero su motor principal sigue siendo el mismo: “Me motiva el sentirme bien, el saber que puedo más. Nunca me puse un límite y eso es muy importante”.
Antes de retirarse, dejó una dedicatoria: “La de hoy va para mi vieja y para mis alumnos que están por acá”, dijo con una sonrisa. El campeón se fue como llegó: con humildad y convencido que siempre se puede un poco más.